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Jack el Destripador mató al carnicero de Whitechapel porque hacía mejores cortes que él.

Decidí cultivar malas hierbas porque no demandan mucha atención. Son raras y nadie aprecia su belleza. Al poco tiempo empezaron a morirse. Creo que no están acostumbradas a recibir cariño. Para ellas es una forma de maltrato.

Rapunzel donó su cabellera a las víctimas de cáncer. Su príncipe tendrá que conseguirse una escalera si quiere llegar a ella.

 El conde escapó de su cazador transformándose en murciélago. La luz del día lo cegó y cayó en las redes del taxidermista del pueblo, quien lo expuso en su galería relleno de aserrín.

De nada le valió a mi abuelo haber sido padre de diez hijos. El día que el banco amenazó con embargarle la finca, ninguno de ellos fue capaz de aportar el dinero necesario para saldar la hipoteca. Fue mi padre quien, por amor a mi madre, pagó la deuda. Al morir el anciano, sus hijos…

Se casó con la mujer que amaba. Tarde se percató que era una mujer vacía. No se llenaba de conocimientos, actitudes o sentimientos que él le proveyera. Decidió separarse y buscar un maniquí. Al menos sabía que no tenía vida.

La joven quería ser chef de cocina, pero cada vez que cocinaba huevos estrellados estos se remontaban al firmamento.

A mi hijo lo condenaron a cincuenta años de cárcel. Quizás él muera en ella o quizás salga en libertad cuando yo ya no exista. Lo único que me duele es saber que ha sido inútil todo el amor y toda la educación que recibió. Se siente raro el tener un hijo muerto en vida.

—En esta foto luces como una modelo de Picasso. —No ha sido casualidad. Así luzco desde que tuve el derrame cerebral y quedé con parálisis facial.

Al Marqués le gustaba ofrecer fiestas que solían durar más de una noche. Además, era amante de la belleza y del buen vestir. El mismo diseñaba trajes para la realeza que hacía pasar como obras de sus asistentes. De esta manera no pasaría vergüenza de verse rebajado al rango de sastrecillo. En ese entonces vivía…