Conocimiento de causa
El recluso observó la cena que el guardia le llevara. —Mañana moriré, pero tú seguirás viviendo sin saber lo que yo ya sé.
El recluso observó la cena que el guardia le llevara. —Mañana moriré, pero tú seguirás viviendo sin saber lo que yo ya sé.
Cuando Alí Babá dijo: ábrete sésamo, la piedra que cubría la entrada a la cueva continuó inmóvil. Los ladrones lo atraparon en el acto. No se enteró a tiempo del cambio de contraseña.
El conde quedó tan complacido con el acabado de su nueva capa que decidió que la diseñadora formara parte de su séquito por toda una eternidad.
Al despertar, la paciente se percató que le habían amputado la pierna sana y, para salvarle la vida, también la enferma.
El anticuario le mostró el espejo a su hija. Le dijo que era una rareza y que había permanecido íntegro a pesar del tiempo. Ella, fascinada por el objeto, dejó aflorar su vanidad. —Espejo en la pared: ¿quién es la mujer más bella del universo? —Tú. Ese año la chica ganó el concurso.
La vida es una ironía. Qué bueno que no me abortaron cuando pudieron.
La autopsia reveló lo que todo el pueblo sabía: La traición, literalmente, le rompió el corazón.
Procuramos que el sol no le abrasara y lo llenara de ampollas. Le ahorraría un cáncer en el futuro. Que el detergente no le causara alergias. Que las prendas fueran de oro. No salíamos de la consulta del dermatólogo porque la menor de las picaduras se le enronchaba o porque el acné podría sacudirle la…
Por dentro y por fuera aún después del accidente que intentó destrozarla por dentro y por fuera.
La sombra y la muerte siempre te acompañan. A una la puedes ver a medida que la luz se intensifica, la otra no necesita ayuda para hacerse notar. Aguarda con paciencia a que la chispa se apague antes de sumergirte en la oscuridad eterna. Es entonces que podrás percibirla por un instante.