El hombre no creía que aquella chica frente a él pudiera ayudarle a resolver su problema. La muchacha no paraba de chupar una paleta mientras le llenaba la aplicación. Estaba desempleado y había acudido a esa agencia. Le explicó que no buscaba un trabajo donde tuviera que descargar objetos pesados. Quería emplear sus conocimientos, no su fuerza física. Con la experiencia que poseía esperaba que lo ubicaran en algo meritorio.
—Quiero utilizar mi cabeza, no mi cuerpo. Ya no tengo edad para eso.
Ella lo quedó viendo como si en ese instante estuviera analizando todos sus datos. Hizo ruido con los labios al extraer la paleta.
—Me contactaré con usted mañana. Debe estar listo para presentarse a su nuevo trabajo.
Al día siguiente lo llamó para que acudiera a una tienda departamental, a la sección donde vendían… sombreros para caballeros.