La joven modelo fue encontrada sin vida sobre la alfombra de la habitación del hotel. La cabeza, un poco girada, mostraba el rostro con la última expresión de incredulidad. Una mancha de sangre se había formado a un costado.
Como no respondía al llamado de producción, siendo tan profesional, se vieron obligados a buscar al gerente. Este acudió cubierto con una nube de excusas donde el prestigio del lugar era lo más importante.
Ante el hallazgo, la policía concurrió de inmediato. El equipo hizo su aparición desplegando toda la parafernalia requerida en ese tipo de situaciones.
El grupo de forenses recogieron todos las pertenecías de la chica, en especial el frasco de crema humectante al que se aferraba aún después de muerta. Dedujeron que había sido abierto recientemente, al localizar el empaque en el bote de basura.
Lo único relevante que encontraron fue un par de huellas dactilares localizadas en la base del frasco. No encontraron información en el banco de datos de la Policía, pero el detective a cargo consultó el registro de inmigración.
—Lo sabía —dijo.
Estas pertenecían a un sujeto que, en el momento del hecho, se encontraba en la costa opuesta a la escena del crimen. Cómo explicar el hallazgo. Hasta allá viajó el policía a interrogarlo.
—¿Un frasco de crema facial? —preguntó el sospechoso, un tipo de aspecto latino, una vez que estuvo frente al agente en la sala de interrogatorio.
—Sí —dijo a la vez que apoyaba las palmas de las manos sobre el respaldo de la silla metálica, al otro lado de la mesa.
—Bueno, yo trabajo en el área de inventario para una compañía que vende ese producto en Internet. A veces saco un frasco de su caja para inspeccionar la fecha de expiración en la parte baja. Tal vez por eso.
—Sí, eso lo explica todo —dijo el policía al ver el poder de las coincidencias—, pero yo no creo en la casualidad. Revisamos tu cuenta telefónica y también la de la víctima. ¿Reconoces este número?
—Sí. Es el de mi cuñado. Trabaja en bienes raíces…
—…y de vez en cuando realiza viajes fuera del estado —concluyó el policía.