El trineo volaba sobre el territorio en conflicto. A pesar de la tregua por las festividades, los militares mantenían la guardia en puntos estratégicos.
De pronto se vio una luz roja que surcaba el espacio. El franco tirador, apostado en el techo de la iglesia, pensó que era un dron espía y le disparó.
El reno a la cabeza murió en el acto. La bala encontró su destino en la nariz . El resto de los cérvidos perdieron la ruta. Hechos un ovillo se estrellaron en las afueras de la ciudad.
No hemos vuelto a saber de Santa Claus. Desapareció con todos los presentes.