Mi padrino no solo resultó ser un asesino, también un caníbal. Guardé el muñeco de nieve en el refrigerador para evitar que se derritiera durante la primavera y él usó los cubitos de hielo en su whisky. No lo puse en el congelador que tenía en el sótano porque ahí él escondía a mi madrina.
—¿Por qué me han secuestrado? Mi familia no tiene dinero para pagar mi rescate. —No pedimos dinero ni nada. Ya tenemos lo que necesitamos. Hace poco te realizaste una prueba para ver si estabas infectada con el Covid 19 y salió positiva, pero no has tenido síntomas. —¿Qué tiene eso que ver con todo esto?…
—Hija, dame mis pastillas. ¿Por qué llevas esa mascarilla? ¿Es por la pandemia o te crees doctora? —Voy a abrirle la panza y a sacarle todos los demonios que se ha tragado. —¿Cómo sabes eso? —Usted lo dijo. —Yo no lo dije. Deja ese cuchillo y no te burles. —No me estoy burlando. —Dame mis…
El viejo encontró el CD lleno de polvo. Lo sopló antes de guardarlo en su estuche. Eso provocó que estornudara. Algunas gotitas cayeron sobre la superficie del disco. Lo guardó en una cajita junto con otros recuerdos. Él murió durante la pandemia. Veinte años después, cuando ya se habían olvidado de la peste y se…
El hombre tomó al chiquillo por el cuello y lo apartó del resto de pastores que se habían aglomerado frente al establo. —¿Qué haces aquí con esta horda de holgazanes? —vociferó. —Dicen que ha nacido un nuevo rey y hemos venido a verlo. Yo tocaré el tambor. —Un rey, ¿en esta pocilga? ¡Bah! Te pago…
Él le regaló una caricia y ella cerró sus hojas. Al no verlo más quiso buscarlo. Con sus ramas escarbó a su alrededor y extrajo las raíces, pero no pudo ir lejos. Se enterró de nuevo y esperó a que alguien más le dispensara una caricia.
Jack el Destripador mató al carnicero de Whitechapel porque hacía mejores cortes que él.
Decidí cultivar malas hierbas porque no demandan mucha atención. Son raras y nadie aprecia su belleza. Al poco tiempo empezaron a morirse. Creo que no están acostumbradas a recibir cariño. Para ellas es una forma de maltrato.
Rapunzel donó su cabellera a las víctimas de cáncer. Su príncipe tendrá que conseguirse una escalera si quiere llegar a ella.
El conde escapó de su cazador transformándose en murciélago. La luz del día lo cegó y cayó en las redes del taxidermista del pueblo, quien lo expuso en su galería relleno de aserrín.
