La sonda espacial realizó un viaje elíptico de mil años y retornó sin noticias de vida inteligente durante su recorrido. Fue atraída por la gravedad y realizó un aterrizaje accidentado. La superficie del planeta lucía postapocalíptica. Los mensajes recuperados, que fueron grabados en placas de oro para el conocimiento de los extraterrestres, no hicieron sentido para los habitantes de la Tierra. Ya no poseían la tecnología de antaño para traducirlos.